Ya está aquí el otoño, después del verano las temperaturas se suavizan y tenemos días de mucho contraste térmico, frío por la mañana , calor por la noche, días muy húmedos...¡El tiempo está loco!

Para garantizar el bienestar de vuestro bebé debéis de estar atentos a:

Los cambios bruscos de temperatura: Si por la mañana hace frío está bien que le abriguéis pero tened en cuenta que ahora cambia mucho la temperatura a lo largo del día y puede que en las horas centrales del día no necesite estar tan arropado. Intentad no salir a la calle en los momentos de mayor cambio térmico.

Observadle: Para saber si el bebé tiene calor o frío, tened en cuenta que su temperatura corporal se controla en la nuca y en el cuello. Siempre os recordamos que el sistema termorregulador de un bebé aún no está completamente desarrollado , debéis saber que algunos signos (sudor o manos frías) pueden engañaros.

En casa: Lo ideal es una temperatura de 20 °C Un ambiente demasiado seco impide al organismo del lactante expulsar

correctamente impurezas, a causa de la obstrucción de la nariz.

La piel: En estos días el viento puede afectar a la piel del pequeño. Acordaos siempre de hidratarle la piel correctamente con una crema específica para su piel.

Alimentación: Como en cualquier etapa de la vida es imprescindible reforzar el sistema inmunitario, en el caso de un neonato la lactancia materna y más adelante los alimentos adecuados para su edad, aunque con esto solo no le salvareis de un resfriado, existen algunos alimentos que le aportan las vitaminas extra que necesarias para esta época del año. Si tienes dudas al respecto, debes consultar al pediatra.